Por: Ramiro Francisco
El rumor, es un elemento nocivo para el buen ejercicio del periodismo o la Comunicación.
A veces olvidamos la práctica de contrastación de la información o datos recibido, y las más de las veces, nos inventamos “fuentes”, para sacar a la luz nuestras propias bajezas, como forma sutil hasta de llamar la atención, olvidándonos, que cada vez perdemos CREDIBILIDAD como persona y hasta del medio donde laboramos.
Recordar que si una “fuente” me dice que alguien robó y ese alguien lo niega y va a la justicia PARA QUE YO PRUEBE MI AFIRMACIÓN, esa FUENTE, TENDRÁ QUE SALIR A LA LUZ PUBLICA, A MENOS QUE HAYA SIDO UN INVENTO NUESTRO.
Cierto y claro, que las verdaderas fuentes se respetan y se admiran.
Hablamos de FUENTES confiables, creíbles, con un historial sano, sensato, cuyas declaraciones NO dejan lugar a dudas e incertidumbre.
NO “fuentes” inventadas a los fines de dañar. CUIDADO! QUE EL TIRO PUEDE SALIR POR LA CULATA!